La Biblioteca Mayor merece una visita exclusiva porque su importancia no responde solamente a su ubicación, su año de fundación o las características de su acervo. También, por su reconocimiento tanto en el ámbito local, nacional e internacional, como pionera en el campo bibliotecológico, referente cultural, un lazo que une el antiguo espíritu de posesión, transmisión y riqueza del saber con formas, espacios y público moderno.
En pleno siglo XXI, fue la primera biblioteca en Argentina que certifica su Sistema de Gestión de Calidad bajo la Norma ISO 9001:2000 e implementa proyectos de Microfilmación y Digitalización de su patrimonio más importante.
La Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba no surgió de manera espontánea en el año 1818, sino como un germen primigenio allá por el año 1613. Fue cuando los Padres de la Compañía de Jesús dotaron al Colegio Máximo (hoy Universidad Nacional de Córdoba) de una importante biblioteca conocida como “Librería Grande o Mayor”, destacada por la excelente colección de obras de autores como Santo Tomás de Aquino, San Agustín o el Padre Francisco Suárez a la par de Aristóteles o Descartes, y obras de carácter científico como Matemáticas Universal, de Wolf, o la Opústula Patológica, de Haller; y las enseñanzas morales en guaraní.
Esta ecléctica colección habla del espíritu de su época, del espíritu jesuítico que comprendió que a través de los libros se podía promover los estudios y el conocimiento.
Fue la primera biblioteca universitaria del país, y podríamos considerarse la primera pública que colaboró con la fundación de la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno”.
Con la expulsión de la Orden Jesuita del territorio americano, en 1767, se fue desmembrando. Parte de sus libros, en 1810 y por orden del gobierno nacional, se confiscaron con el propósito de fundar la Biblioteca Pública, hoy Biblioteca Nacional.
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