El Museo de Sitio del Centro Cultural UNC es un complejo que fusiona un monumento histórico y un área arqueológica, reflejando el legado de los jesuitas y su evolución a lo largo de 500 años. Este espacio ha sido un convento urbano, una vivienda, una biblioteca y un instituto universitario.

El valioso patrimonio cultural del museo se basa en la comprensión jesuita de la evangelización y la educación, caracterizada por una interacción de dar, compartir, recibir y devolver. Esta perspectiva permite valorar el pasado y reflexionar sobre el presente desde una historia compartida.

El sitio se organiza en tres construcciones principales: el Antiguo Refectorio del siglo XVII, junto a otros sectores y patios de trabajo del mismo periodo; una casa del siglo XIX convertida en el edificio de la Sociedad “Unión y Progreso”, que más tarde albergó el Instituto Técnico Universitario; y un nuevo edificio del siglo XXI. Además, el sitio incluye importantes intervenciones y estudios arqueológicos.

Los muros actuales del Refectorio corresponden al último lugar donde los jesuitas vivieron antes de su expulsión en 1767. Situado en la segunda manzana concedida a la Orden y en el borde de la traza fundacional, el sitio posee un alto valor arqueológico, conservando testimonio de la evolución del asentamiento jesuítico y enriqueciendo la historia de las dos manzanas jesuíticas.

Protección patrimonial

En el año 2000, con la declaración de Patrimonio Mundial para la Manzana y Estancias Jesuíticas de Córdoba, se estableció un área de protección patrimonial que incluye el Centro Cultural de la Universidad Nacional de Córdoba.

Unesco recomendó la protección y estudio de los bienes arqueológicos, incluyendo los sistemas hidráulicos del conjunto. En 2018, un convenio entre la Agencia Córdoba Cultura y la UNC facilitó trabajos de investigación arqueológica.

Estos trabajos incluyeron el uso de georadar, la demarcación del área a excavar, y la excavación y clasificación de unos 4500 objetos como huesos, cerámicas, vidrios y metales.

La investigación interdisciplinaria ha permitido una comprensión más clara de la arquitectura y técnicas de construcción de los edificios coloniales, así como de la vida cotidiana y laboral en el convento.

Este trabajo destaca la importancia de la excavación arqueológica y la puesta en valor del sitio, permitiendo una visión más profunda del pasado y la preservación de nuestros orígenes.