Cuatro palacios que fueron residencias familiares y hoy son íconos culturales
AtractivosCórdoba Capital esconde entre sus rincones imponentes residencias que alguna vez fueron hogares de influyentes familias y que, con el tiempo, se convirtieron en espacios dedicados a la cultura y al arte.
Entre estas joyas arquitectónicas se destacan el Palacio Dionisi, el Palacio Ferreyra (hoy Museo Evita), el Museo Genaro Pérez y la Biblioteca Córdoba, ejemplos de cómo la historia y el patrimonio pueden transformarse en escenarios culturales vivos.
Palacio Dionisi: la casa de la fotografía
Ubicado en las cercanías de la plaza España, este majestuoso edificio de estilo neoclásico francés fue construido entre 1920 y 1924. Originalmente perteneció al doctor Humberto Dionisi y a su esposa Margarita Kegeler.
En 2013, el gobierno provincial lo convirtió en el primer museo público de fotografía de Córdoba, dedicado a la exhibición y estudio de esta disciplina.
El Dionisi se distingue por sus exposiciones temporales y su colección propia, que explora diversas técnicas fotográficas tanto analógicas como digitales. Su arquitectura y diseño original, con materiales traídos de Europa, hacen del recorrido una experiencia artística en sí misma.
Palacio Ferreyra: arte en un ícono arquitectónico
Construido en 1916 por la familia Ferreyra, este imponente palacio es uno de los edificios más majestuosos de Nueva Córdoba. Su restauración permitió la apertura, en 2007, del Museo Superior de Bellas Artes “Evita”, una institución clave para la difusión del arte en la provincia.
El museo alberga una valiosa colección de artistas como Fernando Fader, Emilio Caraffa, Benito Quinquela Martín y Antonio Seguí, entre otros. Además, cuenta con 12 salas de exposición, un auditorio, una biblioteca y jardines que pueden ser recorridos en visitas guiadas. Su gran hall central y la elegante escalera principal evocan la opulencia de una época, hoy puesta al servicio del arte y la cultura.
Museo Genaro Pérez: historia y misterio en un mismo lugar
En el centro de la ciudad, esta residencia fue inaugurada en 1910 como hogar del doctor Félix Tomás Garzón, quien más tarde sería gobernador de la provincia. La casona destaca por su suntuosa arquitectura, con una gran escalera de honor y murales decorados por el pintor Emilio Caraffa.
El edificio, que alberga actualmente al Museo Genaro Pérez, también es famoso por sus historias de fantasmas. Entre las leyendas más populares está la de “la niña de la escalera”, un espíritu que, según relatos, sería la hija del gobernador, fallecida en un trágico accidente.
Cultura y patrimonio en lo de Ordoñez
En la gran casona que pertenecía a la familia Ordoñez, sobre calle 27 de Abril, funciona hoy la Biblioteca Córdoba, una institución pública con más de 50.000 volúmenes de libros y con una atractiva agenda de actividades culturales.
La imponente fachada de líneas italianizantes, el ingreso de frontis curvo y amplios ventanales engalanados con columnas corintias y balcones de hierro forjado, resalta notoriamente en un paseo por la zona.
La casona fue edificada por la familia Ordóñez en 1884 y representa un típico ejemplo de las viviendas de fines de siglo XIX, con sus dependencias organizadas alrededor de patios, como en la vivienda pompeyana que se utilizó en la época colonial.
Luego de su uso familiar, allí funcionó el Palacio de Justicia primero y luego fue Casa de Gobierno, entre 1936 y 1943. Es una visita ideal en un paseo por la Supermanzana de la Intendencia.
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