Iglesia San Francisco de Asís

A escasos metros de la Manzana Jesuítica, en la esquina de Entre Ríos y Buenos Aires frente a la plazoleta de la Inmaculada Concepción de María, se levantan la iglesia y el convento de San Francisco de Asís.

Pertenece a la orden de los franciscanos, y es uno de los conjuntos arquitectónicos más hermosos del centro de Córdoba. Aunque la orden franciscana fue la primera en instalarse, recibiendo este solar de manos del propio Jerónimo Luis de Cabrera en el momento de la fundación, el templo es una obra finalizada en 1813, dirigida por el ingeniero Juan Manuel López.

En este sitio, en 1575 se erigió la primera capilla de la ciudad. Su altar fue el escenario de la misa más antigua en estas tierras. Además, el predio también albergó la primera escuela, donde el padre Juan de Rivadeneira impartía los conocimientos básicos a los hijos de los conquistadores.

Un poco de historia

La Iglesia de San Francisco de Asís es un ícono de la orden franciscana. En 1796, dirigida por el ingeniero Juan Manuel López se inicia la construcción de la iglesia actual y finalmente el templo fue consagrado en 1813.

Los franciscanos atesoran aquí los archivos más completos y antiguos y un exquisito mobiliario del siglo XVI. Parte de dichos archivos comprende las bases de las primeras letras que fueron base de la escuela primaria.

Arquitectura

La arquitectura tiene influencias italianas de la época. El exterior es sobrio y austero destacándose el frontis y las torres de estilo manierista que contrasta con el interior profusamente sobrecargado y ornamentado. Consta de una sola nave, con crucero con lenguaje renacentista y lunetos italianos (pequeñas aberturas laterales) para la iluminación.

El interior de estilo neoclásico conserva algunos tesoros invaluables de la iglesia:

• Sillería del coro de corte barroco, que exhibe hermosos tallados de manufactura indígena.
• Telas de los siglos XVII y XVIII. Obras exquisitas, exponentes de una plástica característica del período virreynal que adornan la Sacristía. Además puede admirarse un cuadro atribuido al pintor noruego Juan Bautista Daniel (vivió en Córdoba a comienzos del siglo XVII) que retrata el descendimiento de Nuestro Señor.
• Púlpito. Se encuentra en uno de los muros laterales, a la izquierda del altar mayor, con similares características a los que se encuentran en Basílica de Santo domingo y la iglesia de las Teresas. Era utilizado por el sacerdote al momento de celebrar la homilía y su acceso se encuentra por una entrada oculta sobre el costado.

A un costado de la iglesia se ubica el colegio Inmaculada Concepción. En el convento contiguo se conserva el Antiguo Salón De Profundis, de mampostería en piedra y artesonado de madera. Este era el comedor y sitio de reunión de los frailes. El salón pertenece a la tercera orden de los franciscanos y da a calle Ituzaingó, adyacente al Paseo de Compras Garden Shopping.

Si querés conocer más, podés escuchar el podcast que creamos para La Noche de los Templos.

Datos curiosos

• Por estos claustros pasó, en 1596, San Francisco Solano durante su período misional. Se dice que su voz era maravillosa y que con su canto y el rabel o guitarra en mano, el Santo convirtió a la fe católica a centenares de indígenas y españoles del Virreinato del Perú.
• Monumento en honor a los fundadores: a la derecha del peristilo, en el atrio hay una gran placa que recuerda los nombres de los conquistadores que integraron la expedición de la fundación de la ciudad de Córdoba. Aquí descansan los restos de algunos de ellos, como el general Pedro Luis de Cabrera Martel, hijo del fundador de Córdoba.
• Sillón y reclinatorio usados por Fray Mamerto Esquiú. Quien fuera obispo de Córdoba y figura destacada en la redacción de la Constitución Nacional de 1853.
  La plazoleta exterior, está presidida por la imagen de la Santísima Virgen de María.

Horarios

De 9 a 12 y de 17 a 20.

Teléfono

(0351) 422-3656