Es una de las obras religiosas más increíbles con un enorme valor arquitectónico. Ubicada sobre La Cañada, también es uno de los paisajes urbanos que forjan la identidad de Córdoba.

La Iglesia Nuestra Señora del Carmen pertenece a convento de los Padres Carmelitas Descalzos, orden nacida en el Monte Carmelo, Palestina, en el siglo XII.

No siempre se encuentra habilitada para visitas. Igualmente, no deja de sorprender su belleza como complemento del paseo “La Cañada” que nos embelesa con la obra de arquitectura que encausó al arroyo, sus puentes de piedra y las frondosas tipas, sus árboles característicos.

Un poco de historia

Tras llegar a la Argentina en 1899, en 1901 construyeron en Córdoba una pequeña iglesia sobre calle Jujuy que luego sería trasladada a la avenida Figueroa Alcorta (antes denominada “Comercio” al borde de la Cañada.

La iglesia y el claustro fueron terminados por el catalán José Mont Blanch en el año 1912 y allí se formaron los primeros estudiantes carmelitas llegados de Andalucía. Con posterioridad, fue utilizado como noviciado, residencia de estudiantes y postulantado (paso previo al noviciado).

Arquitectura

La fachada con revoque símil piedra llamado “piedra París” es de estilo neogótico. Tiene un único campanario que culmina en una aguja que de manera recta se eleva en búsqueda del cielo.

En su interior, la iglesia tiene columnas delgadas y los muros son oscuros y verticales. La iluminación natural destaca el sagrario y la hornacina de la virgen. Los retablos son de roble dorado con oro fino, obra de la Casa Juan Majó de Barcelona, y la imagen de la Virgen del Carmen es obra del madrileño Francisco Font. Es uno de los templos con mejor acústica de Córdoba.

Si querés saber más, podés escuchar el podcast que preparamos para La Noche de los Templos.