Hay ciudades del mundo que se jactan de tener bares en los que uno puede reservar una mesa y disfrutar del show de alguna celebridad. Por años hemos escuchado relatos de viajeros que vieron a Woody Allen tocar jazz en el Café Carlyle del Upper East Side de Manhattan, o que consiguieron un ticket para ver a Britney en un hotel de Las Vegas.

Permítanme decirles que Córdoba también tiene un lugar así. Es el bodegón La Taba, donde algunos de los mayores referentes del cuarteto suelen ofrecer conciertos para repasar sus clásicos, esas canciones que a muchos los transportan a sus mejores años. Algunas de ellas, incluso, fueron el preludio de un romance que todavía perdura.

Aunque La Taba abre de lunes a lunes, cuando hay un espectáculo muy esperado lo mejor es reservar una mesa con tiempo para asegurarse un lugar. Lo mejor es llegar temprano para poder cenar tranquilos y disfrutar del resto de los shows, que son varios a lo largo de la noche.

La Taba es un reflejo de lo característico de la ciudad, por eso es un buen lugar para llevar a amigos extranjeros. Una visita ofrece una visión concentrada de algunas de nuestras mayores particularidades. Por su escenario han pasado grandes nombres, como Los Cantores del Alba en su versión original o los humoristas más famosos de Córdoba. Y en sus paredes hay objetos que lo certifican, como un traje atigrado que el propio Turco Julio donó para que sea exhibido con orgullo.

Pero esto es un bodegón y por eso mismo ofrece opciones clásicas para comer, con ese toque distintivo de los lugares con historia: papas fritas con huevo, berenjenas en escabeche o empanadas, vino de la casa y el infaltable fernet con coca, que llega en vaso de trago o en jarra, si la sed se vuelve cosa seria.

No es usual poder disfrutar de un espectáculo en vivo de cuarteto sin que sea en un inmenso predio con miles de personas, pero La Taba lo tiene. Conciertos pequeños con clásicos de la música local popular. El lugar es ideal para un plan con amigos o pareja.