Las tipas de la Cañada, monumento vivo que embellece la ciudad
AtractivosPor Nicolás Combina
En las principales calles y avenidas de Córdoba, un legado verde echa raíces profundas entre el laberinto de modernos edificios que se erigen mirando el cielo.
El arbolado añoso, vivo y corpulento, extiende sus ramas y florece colorido sobre la trama urbana. Diferentes especies de árboles, nativos y exóticos, muestran su esplendor embelleciendo también bulevares y parques públicos.
Y si de árboles se trata, “las tipas” (Tipuana Tipu, según su nombre científico) a orillas de La Cañada tienen su protagonismo en la historia de la ciudad. La Cañada es una postal emblemática, un símbolo irrefutable de los cordobeses.
Sin embargo, sin sus monumentales árboles quizás no luciría tan fotogénica para esa postal de hito urbano que por excelencia nos identifica.
Estos gigantes de hojas verdes están allí hace 75 años y engalanan este sector tan representativo de nuestro paisaje, y son un patrimonio vivo que oxigena el centro y regala un bonito perfil de la capital.
Las enormes tipas blancas que hoy se aprecian fueron plantadas en la primavera de 1948, cuatro años después de haber sido inaugurada la canalización del arroyo. Por entonces, nadie imaginaba que se iban a transformar en una gran galería natural, en un ícono citadino.
Fornidas y frondosas, atraviesan el corazón de la ciudad de sur a norte, acompañando el recorrido del cauce del arroyo hasta su desembocadura en el río Suquía.
El tupido ramaje genera un túnel en gran parte de la avenida Márcelo T. de Alvear y continúa por avenida Figueroa Alcorta.
Los biólogos lo consideran un corredor verde, un de pulmón de la ciudad.
Los arquitectos dan cuenta de su jerarquía estética dentro del paisaje de la urbe, mientras que para el común de la gente es una de las “Siete maravillas de la ciudad”.
Gigantes que abrazan el arroyo
Siete décadas atrás, el agrónomo y paisajista Heraldo Nicolea y el viverista Manuel Rueda a pedido del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia, fueron los encargados de forestar los laterales de esa gran obra hídrica que puso fin al desborde del arroyo y convirtió al sitio en un tradicional paseo.
Las tipas crecieron y se logró ese objetivo de ponderar y embellecer este sector del centro. Caminar debajo de ellas es un oasis en aquellas calurosas tardes donde el hormigón calienta la metrópolis mediterránea.
Visitar este hito verde y natural, siempre es un buen plan. Algunos prefieren la tarde, cuando los rayos del sol se filtran entre las ramas y hacen brillar el curso de agua que La Cañada ve pasar sigilosamente.
Las tipas extienden sus ramas con el anhelo de querer tocar el agua, parecen brazos que buscan estrechar un fuerte abrazo.
Sentarse en los muros, tirarse a la sombra, treparse con la imaginación por sus troncos, pisar las hojas secas y disfrutar al aire libre de su follaje, las convirtió en piezas poéticas de la ciudad, que inspiraron a escritores y cantores o fueron inmortalizadas con las pinceladas de algún artista.
Las Tipas: Patrimonio Natural Urbano
Las frondosas copas se empeñan en colorear su trayecto por la ciudad, atravesando el gris del cemento que se multiplica entre cientos de edificios y torres.
El follaje de estos enormes árboles se aprecia muy bien desde los balcones, la postal cenital desde arriba permite observar el tamaño y verdor de las tipas, por debajo de las ramas, los peatones van y vienen mientras que los autos avanzan sincronizados al ritmo de los semáforos.
Cuando se las plantó, 375 árboles fueron traídos desde Tucumán y no se sabía con certeza si las plantas se iban a adaptar bien al clima de esta región ya que es una especie autóctona de las yungas del noroeste argentino.
Aquellos endebles retoños hoy son robustos árboles que superan los 15 metros, sus gruesas y oscuras ramas se estiran caprichosamente hacia el cauce del arroyo, queriendo acariciar el agua.
En octubre de 2017, la Municipalidad de Córdoba realizó un relevamiento de los árboles existentes, entre las calles Pueyrredón y Humberto Primo, con el objetivo de revitalizar el histórico paseo. “Se contabilizaron 388 árboles y se detectó un faltante de 31. Al mismo tiempo, se comprobó que es necesario intervenir 52 ejemplares. La idea es conservar los ejemplares por su valor florístico, paisajístico e identitario”, dictaminaron.
En la gestión del intendente Martín Llaryora, tras la solicitud elevada por la Comisión Honoraria Asesora de Arbolado Público, a fines de agosto de 2020 el conjunto de tipas blancas emplazadas en ambos márgenes del arroyo La Cañada, fue declarado Patrimonio Natural Urbano de Córdoba. Desde entonces, son considerados árboles históricos y notables.
El llanto de las tipas
A diferencia del resto de los árboles que brotan con la llegada de la primavera, las tipas recuperan sus hojas recién a comienzos de octubre. Durante los meses de noviembre y diciembre su corteza oscura contrasta con miles de flores amarillas.
Con su magnífica floración, tras año recuperan su encanto. En Ciudad Universitaria, el Parque Sarmiento y la costanera también se pueden apreciar hermosos ejemplares.
A fines de octubre ocurre otra curiosidad, y por esa razón son conocidas como “el árbol que llora” o “hace llover”.
Se trata de un insecto que invade el árbol y provoca la caída de líquido. La denominada “chicharrita de la espuma” (cephisus siccifoluis) pincha las hojas, bebe la savia y emana una espuma que al acumularse cae desde las ramas al suelo y moja.
Este líquido que gotea no es tóxico ni mancha pero puede resultar sorpresivo si pasamos debajo de su copa o si estacionamos el auto y a las horas queda salpicado.
Mapa
La Cañada de Córdoba, Córdoba, Argentina