En las vacaciones de invierno, la ciudad de Córdoba vibró con algunos conciertos increíbles que formaron parte de la tercera edición del 𝗙𝗲𝘀𝘁𝗶𝘃𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗠𝘂́𝘀𝗶𝗰𝗮 𝗕𝗮𝗿𝗿𝗼𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼𝘀.

La destacada propuesta cultural se convirtió en un evento estrella del receso, y engrosó la propuesta cultural, artística y recreativa de Córdoba.

Con seis conciertos a cargo de reconocidos exponentes del género, el festival llevó a los asistentes a un viaje musical a través de los escenarios más impresionantes del Camino de las Estancias Jesuíticas y algunos edificios históricos de nuestra ciudad.

Hubo conciertos en Alta Gracia, Jesús María y Colonia Caroya y por supuesto en espacios de Córdoba declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 como la Manzana Jesuítica.

Cada presentación fue una fusión de talento y tradición, permitiendo al público disfrutar de una experiencia única que conectó historia y música.

El evento, además de enriquecer la oferta cultural local, también estrechó los lazos con otros destinos de la provincia, fomentando el turismo y la apreciación del patrimonio histórico. Esa es una política de la Subsecretaría de Turismo de Córdoba.

Las melodías barrocas resonaron en los corazones de los asistentes, creando recuerdos inolvidables en un entorno inigualable que celebra la riqueza cultural y la belleza arquitectónica de la región.