Forma parte del complejo declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.

El convento de dos plantas y pasillos resguarda imágenes de San José y Jesús de la Paciencia, reservado para los padres y padres profesores de la orden.

El sitio no está habilitado para visitas públicas y sólo se recorre desde afuera.

Caminar por sus veredas y observar sus muros de piedra, cal y canto desde el lateral de la calle Caseros, constituye de por sí una experiencia única que se magnifica al conocerse que quien es hoy el “Papa Francisco” vivió entre julio de 1990 y mayo de 1992 y habitó el humilde cuarto número 5, con ventana hacia la calle Caseros.

El padre Jorge Bergoglio, miembro de la comunidad jesuítica, actuó como confesor en la década de 1990, y se sumó a la tarea de higienizar y cuidar a sus hermanos religiosos más ancianos y enfermos. Su regreso a Córdoba había sido dispuesto por sus superiores, en una especie de exilio.