En el rugby los valores de camaradería, disciplina y respeto, se extienden más allá de los 80 minutos de juego para compartir aficiones y compañerismo con el rival, que nunca será visto como un enemigo.

Claro que hay nombres propios nacidos en esta tierra que validaron al deporte de la ovalada pero precisamente es el corazón y la puerta abierta de cada institución centenaria, lo que Córdoba puede exhibir con orgullo.

Mencionar por ejemplo a un pionero como el Córdoba Athletic Club fundado en 1882, cuando Córdoba estaba dando forma a la ciudad que pronto despertaría al ritmo febril de la industrialización.

En el coqueto barrio Jardín Espinosa su fachada, de estilo inglés, fue declarada de interés arquitectónico por la Junta de Andalucía (España).

Cada vez que los ingleses llegaban a una ciudad levantaban un hospital, una iglesia, un banco y fundaban un club. Los primeros años practicando fútbol con pelota de trapo, criquet o tenis, sin estatutos y con una precaria organización.

Su carácter pionero está reflejado en las actas de fundación de varias disciplinas: Liga Cordobesa de Football,  Tennis, de Natación y Water Polo, Federación de Hockey sobre césped y Unión Cordobesa de Rugby desde 1928.

Córdoba Athletic Club es una de las entidades de rugby que más jugadores aportó a todos los seleccionados nacionales. Las camisetas de Los Pumas nacidos en la institución cuelgan orgullosamente enmarcadas en sus paredes tapizadas de historia.

Genaro Fessia y Santiago Carreras anotaron para Los Pumas en los mundiales. Lautaro Bazán Vélez y el propio Santiago, que compartieron la 9 y la 10 del Córdoba Athletic, se sumaron a la acotada lista de parejas de medios de un mismo club, que vistieron en un mismo encuentro, la camiseta albiceleste.

Por su lado, el Jockey Club es gran parte de la historia del deporte cordobés. Fundado en 1887, comenzó como un club de fuerte arraigo social para la época, con el Turf y Esgrima.  Fue la primera institución del rugby cordobés en jugar en cancha propia, construida en 1945.

El crecimiento en su infraestructura, lo convirtió en uno de los clubes más importantes del país. Hoy luce orgullosamente sus tres sedes: la esquina más tradicional del centro, el Country Deportivo de Barrio Jardín con el Hipódromo, la cancha de golf y las actividades náuticas en Villa Carlos Paz.

Entre sus hijos pródigos, algunos hicieron historia como el fenomenal segunda línea Alejandro “el Turco” Allub.

Habitual seleccionado por los Dogos y siendo uno de sus estrellas llegó a ser convocado por los Pumas en septiembre de 1997. Se hizo frecuente en el equipo titular y jugó con ellos hasta su último partido en junio de 2001 frente a los All Blacks.

Disputó una Copa del Mundo en Gales 1999 donde Argentina llegó por primera vez a la fase final del torneo jugando todos los partidos y marcando un try ante Samoa.

Tenía 25 años cuando luego de caer 67-19 ante los All Blacks en Christchurch, se descompuso en el vestuario y sintió un fuerte dolor en el pecho. Los estudios confirmaron que había sufrido un infarto de miocardio por la disección de una arteria. Pudo haber colapsado dentro de la cancha, pero aunque abandonó el rugby profesional, su amor por la ovalada pudo más que un simple coqueteo con la muerte.

Los especialistas le recomendaron no jugar más, pero años más tarde regresó al Jockey y al seleccionado provincial hasta que cumplió 41.

Hoy es él, quien salva vidas como cardiólogo pediatra del Hospital de Niños de su ciudad.

También escribió páginas indelebles aquel récord aun imbatido de José “Pepe” Luna en Los Pumas. Criado en el Jóckey, “Pepe” jugó en total ocho partidos internacionales y anotó 129 puntos.

El 14 de octubre de 1995, le marcó 31 puntos a Rumania por la Copa Latina en la cancha de Ferro vistiendo la albiceleste, producto de seis penales, un try y cuatro conversiones.

Con esa cifra, se transformó en el máximo goleador del equipo argentino en un partido y debieron pasar 15 años hasta que en junio de 2010, Felipe Contepomi igualó su marca ante Francia.

En homenaje a la batalla de 1829 entre unitarios y federales que tuvo lugar en Córdoba, en proximidades del Cerro de las Rosas, fue bautizado el club La Tablada, la casa de los Pumas Gastón Revol y  Matías Alemanno, entre otros grandes.

Se convirtió en una importante “cantera” para los distintos seleccionados Pumas, Pumitas y Pumas Seven, e incluso jugadores del Seleccionado de Italia.

Con la introducción de la práctica del rugby, el club, tomo notoriedad. La primera cancha inaugurada en 1955 tenía un vagón de tranvía que hacía las veces de vestuario hasta que 20 años más tarde se trasladarían a su histórica y actual sede en URCA.

En 1980 una visionaria dirigencia adquirió tierras en Villa Warcalde y en 1990 se hicieron vestuarios, riego computarizado e iluminación apta para televisación. La prensa comenzó a llamarla “La Boutique”.

En un trascendental acuerdo con una empresa líder desarrollista en Villa Warcalde sus terrenos se anexaron al country modelo “El BOSQUE” para lograr tener una de las mejores infraestructuras del país en hockey y rugby.

Un viejo y frondoso Tala de la casa del Doctor Beckwit cobijó del calor agobiante del verano del 44 a la primera reunión de comisión de lo que hoy es, uno de los clubes de rugby más importantes de Córdoba. El Tala aporto sangre Puma en ilustres nombres como Agustín Virgolini, Ariel Mammanna, Christian Ohanian, Corcho Ceballos y José Simes entre otros.

El predio, a orillas del Rio Suquía y en plena Villa Warcalde vio celebrar sus más de 25 títulos provinciales y la llegada a las finales del Nacional de Clubes en 2006 y 2017.

La floreciente Comisión Directiva del Bajo Palermo Baby Fútbol Club se reunía en una casa de Av. Octavio Pinto y Manuel Quintana, al lado de la recordada Estación “Cecchetto” En poco tiempo se dispone un circuito motociclístico, con gran asistencia de fanáticos. En aquel polvoroso predio harían sus primeras armas pilotos profesionales como Gradassi y Calviño.

La cancha de básquet haría las veces de patio bailable en las recordadas fiestas, que fueron una marca registrada del Club y del barrio.

Entre carreras de bicicleta, de embolsados, juegos para niños, partidos de básquetbol y “matches de bochas” se improvisó en aquel descampado la primera cancha de rugby sin imaginar que un día se trasladarían a Los Boulevares, ganarían un recordado título local en el 2002 ante el Jockey y proyectarían a un tal Sebastián Irazoqui para representar al club con los Pumas en el mundial de Sudáfrica 1995.

Un periodista del desaparecido diario “Córdoba”, solía hacer referencia a  “los bichos colorados de Bajo Palermo” de ahí el diseño del escarabajo y los colores Granate y Amarillo Oro, por los colores que luce el escudo de la Shell.

Imposible no decir que esa tremenda institución que es Universitario en “la lomita” hizo el primer gran aporte a la causa nacional. En el año 1965 la gira por Sud África en el “Ellis Park” cantó victoria ante 40.000 personas derrotando a los Sprinbooks por 11 a 6.

Debido a ese gran golpe, un periodista sudafricano bautizó al equipo como “LOS PUMAS”. Raúl Loyola además de haber estado presente en ese trascendental partido se dio el gusto de anotar un Try y quedará marcado por siempre como el “Primer Puma Cordobés”.