Centro Cultural Casona Municipal
Esta pintoresca casona es conocida como la casa de las brujas. Colapsos económicos y desavenencias amorosas de sus propietarios dieron origen a desgraciados crímenes. Esta propiedad que fue conocida como Casa Galindez o Casa de Las Brujas, fue vivienda particular de Don Ismael Galíndez, notario y figura destacada en la política de su tiempo, lo que le permitió ocupar lugares centrales en la sociedad y en el gobierno de Córdoba.
Por deudas con el Banco de la provincia, Galíndez transfirió el inmueble como parte de pago a dicha institución en 1901. Esta situación se mantuvo hasta 1942, fecha en que la casa – ya sin sus patios y arboledas- ingresó al patrimonio provincial. Posteriormente se la destinó a sede del Consejo General de Educación, lo que se mantuvo hasta la década del 60. Desaparecida esta institución siguió en el ámbito del ministerio de Educación y Cultura, hasta 1986, cuando es transferida al Gobierno Municipal, y es actualmente, sede de distintas oficinas del ámbito de la cultura.
Cuenta la leyenda que Ismael Galindez fue asesinado a los 65 años por un español asentado en San Vicente, Victoriano Fernández, quien fuera de sí, le reclamaba la inmediata escritura de un terreno que aquel le vendiera en 1909. A partir de esa muerte, la imaginación popular tejió las más variadas hipótesis y dio fundamento a la leyenda de la “Casa de Las Brujas”.
Según comentarios de la época, uno de los hijos de Don Ismael, fue muerto en la casa luego de una discusión mantenida con un peón encargado de la caballeriza y de los carruajes; hubo también quienes aseguraban que otro miembro de la familia se habría ahorcado, colgándose de las cabriadas de madera que conforman el techo en el primer piso. Y por muchos años la gente de Córdoba afirmaba, y aún se escuchan ecos de esos rumores, que el fantasma del hijo de Don Ismael moraba en el interior de la señorial residencia.
Se mencionan ciertos duendes cuya etérea presencia dataría de aquellos tiempos, como “El plumero de la portera” o “la escoba que barre sola” que realizan su tarea de desempolvar los muebles o barrer los pisos llevados por una mano invisible; “el fantasma trasnochador”, un calavera de otrora que gusta divertirse a costa de los sustos de los vivientes, “El mayordomo de la noche”, siempre servicial cuando el silencio gana la casona, la “pelotita de ping pong” que baja ruidosamente las escaleras de la casa para jamás ser alcanzada por empleados y visitantes de la casona.
Éstos y otros relatos forman parte de una gran mística entorno al edificio. Escuchá más en el episodio del podcast dedicado al Centro Cultural Casona Municipal.
Mapa
La Casona Municipal, General Paz, Córdoba, Argentina