“Algunos bares parecen hechos a la medida, son como besos que hacen milagros en las heridas”, escribió nuestro querido poeta Daniel Salzano en Milagro en el Bar Unión. No podemos empezar de otro modo un circuito por nuestros cafés notables del centro.

Cuándo fue la última vez que necesitamos del aroma que nos transporta al deleite, al recuerdo, a las vivencias y a las historias. El cafecito y algo más en el bar, ese lugar que nos envuelve por su vorágine y también por la apacible quietud de sus rincones.

La Ciudad de Córdoba cuenta con muchos de estos espacios de encuentro, de reuniones, de anécdotas, de alegrías y tristezas. Nos pertenecen a nosotros y a todos, algunos son únicos y especiales por su legado y tradición.

El patrimonio cultural de los bares debe ser rescatado, aquellos que perduraron en el tiempo, que son relevantes para la Ciudad y representativos, por lo tangible y lo intangible encierran un legado, el de ser promotores de la cultura y nuestra idiosincrasia.

Los bares y cafés del centro de Córdoba

La Tasca del Paseo. Deán Funes 163

La Tasca del Paseo fue fundado en 1975 en el corazón del Centro Histórico. Surgió de la idea de dos familias de Córdoba –Feducia y Vitale–, y desde hace más de 20 años quedó en manos solo de la familia Feducia. Desde su apertura, ofrece una carta de sándwiches y menús que conservan como clásicos.

Es un bar tradicional, con mozos vestidos con saco a la vieja usanza, ubicado en un pasaje bellísimo con mucho verde y mesas afuera.

Los dueños estuvieron desde la construcción del edificio, que pertenece al Monasterio de Santa Catalina de Siena (Monjas Dominicas) ubicado al lado de La Tasca.

El Quijote. Avenida General Paz 21

El espacioso bar cuyo nombre hace alusión al idealista hidalgo que inmortalizó Cervantes, se ubica sobre la avenida General Paz. Este espacio ha sido renovado sin perder su esencia. Es un bar de grandes dimensiones, con ingreso y mesas al pasaje y sobre la avenida.

Se inauguró en 1972 y hasta el día de hoy sigue ofreciendo su espacio para las charlas, la nostalgia y el deleite en sus comidas. Es el bar que le dio una vuelta de rosca a la estética, volviéndolo más citadino, aggiornado, pero al entrar y se respiran años muy bien llevados.

El Ruedo. Obispo Trejo 84

Bar ícono de la Ciudad, ubicado frente a la Plazoleta del Fundador. Fue testigo del paso de diferentes políticos de la escena cordobesa y punto de encuentro de los más influyentes, como Raúl Alfonsín, José Manuel De la Sota o Eduardo Angeloz.

Fue y sigue siendo mojón de referencia obligado para los ciudadanos y visitantes.

Es administrado por la sociedad familiar Gálvez, los mismos que lo fundaron y que ya va por su cuarta generación. La esencia es la de ser el bar de siempre, el de la juntada, de la facultad y los amigos, el bar español, los inmigrantes, el sacrificio, la comunidad, la familia.

Sorocabana. San Jerónimo 125

Fundado en 1956, en un lugar que antes ocupaba la droguería y farmacia Del Inca. Estaba ubicado en la esquina de San Jerónimo y Buenos Aires, frente a la plaza San Martín, desde donde se contempla la Catedral y el Cabildo cordobés.

En 2022 se trasladó a la Recova de la siguiente cuadra, frente al Banco de Córdoba, siempre por San Jerónimo.

Es un histórico que forma parte de la nueva Supermanzana del Casco histórico. El lugar fue la “trinchera” del gran poeta cordobés Daniel Salzano, y eso le sumó todavía más fama al bar. Ubicado estratégicamente, es un paso obligado para el turista que transita las calles de la ciudad.

Bar La Real. Avenida Olmos 101

Entre la zona de Mercado, el antiguo teatro Comedia, el edificio “la Gilette”, esta confitería tradicional fue testigo de historias, encuentros, momentos y amistad, con más de 50 años de trayectoria desde 1967.

Reúne tantas historias como la avenida donde se ubica, la Olmos: llegó en la década de 1960 y floreció con el auge del Teatro Comedia, el movimiento de los bancos, del Mercado, de las peatonales y de las oficinas.

Es un bar de artistas, de deportistas, de escritores, y de todos los que andan por la zona. Desde allí hay una vista privilegiada de La Mundial, angostísimo edificio vecino.

Bon que Bon. Avenida Maipú 148

“Entre Olmos y Maipú de mi Córdoba querida, ahí justito en esa esquina, el barcito Bon Que Bon, donde nacen ilusiones con sonidos musicales, y un cuarteto tocará en los bailes populares”.

Este “bar del cuarteto” es una institución en Córdoba. Dio sus primeros en 1974, y fue un espacio de encuentro con tantas historias como años.

Periodistas, productores y músicos utilizaron el bar para sus reuniones de trabajo y tertulias. Bar simple, con historias cuarteteras a cuestas, legado de un pasado que ya no volverá pero que vio florecer a muchos artistas del género y está allí atestiguando ese esplendor.

El Solar de Tejeda. 27 de Abril 23

Se trata de un emprendimiento familiar que comenzó en el año 1996. La construcción que alberga este bar fue propiedad de Tristán Tejeda, quien llegó a la ciudad con Jerónimo Luis de Cabrera, el fundador de Córdoba, en 1573. Como era usual en la época, los mejores terrenos fueron destinados a los más allegados.

Su esencia radica en ser un edificio hermoso colonial, un remanso en el centro vertiginoso de Córdoba. El edificio forma parte del convento de Las Carmelitas Descalzas. El restaurante comprende lo que era la parte de servicio de la casa, y aún mantiene similitudes y reminiscencias de la arquitectura colonial. Ingresar allí transporta a otros tiempos.

Willy Bar. 25 de Mayo 193

Es un bar ubicado en el solar destacado como Lugar Histórico por la Municipalidad de Córdoba el 17 de agosto de 1968.

Una placa recordatoria da fe de que durante los días 20 al 22 de julio de 1816, aquí se reunieron los generales Juan Martín de Pueyrredón y José de San Martín para gestar la campaña de los andes.

Una pared desnuda en el fondo del lugar es testigo del acontecimiento. Típico bar de paso, fue espacio de encuentro de los locutores y allegados a Cadena 3 por la cercanía con la radio. Se inauguró el 2 de abril de 1988.

Bar Montserrat. Obispo Trejo 199

Este encantador espacio se encuentra en una cuadra cargada de belleza e historia. Atienden sus mesas los integrantes de la familia Agüero, orgullosa y muy feliz de hacerlo.

Ellos cuentan que por allí pasaron presidentes como Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando De la Rúa. Los dos últimos fueron estudiantes de la Facultad de Abogacía de la UNC, en la misma cuadra del bar.

En su esencia está en ser el “bar de los presidentes”, pero también de los monserratenses y los universitarios.

En este bar, consiliarios del Monserrat dieron los pasos para permitir la incorporación de las mujeres al alumnado, que ocurrió en 1997.

Bar 1928. Rivadavia 567 – Mercado Norte

Con el emblemático Mercado Norte de la ciudad como marco, surgió hace más de 40 años este bar modernizado. La desgracia de un incendio en 2017 obligó a los cambios, pero en su reapertura conservó su esencia, con una onda industrial, con el concepto de las estaciones de tren.

La clave del lugar es su ligazón a la vida del Mercado Norte, y al trajín cotidiano entre compradores, vendedores y turistas.

Allí se respiran la cultura, los aromas, colores, sonidos y voces que lo envuelven son la vida misma de la gente. El Mercado fue inaugurado en 1928, y de allí toma su nombre el bar manejado por la familia Navarro.