Los patios del Museo Histórico Provincial Marqués de Sobre Monte
Atractivos¿Viajemos en el tiempo? ¿Vamos a la Córdoba colonial? En el Museo Histórico Provincial Marqués de Sobre Monte, casa colonial del siglo XVIII, los patios desempeñaban un papel central en la vida de las familias.
Patios que, inspirados en la tradición española, eran espacios abiertos alrededor del cual se organizaban las demás habitaciones. Los patios eran el corazón, el motor de las actividades en estos solares.
Podemos imaginar las actividades que ocurrían: se recibían visitas y se celebraban eventos importantes como bautismos, bodas y fiestas religiosas; eran lugar de encuentro familiar y social, se preparaban alimentos, lavado y secado de ropa y también allí es donde se compartían momentos de ocio.
Estos son tres patios de esta hermosa casa colonial.
1. El Patio de Honor
También conocido como patio principal o patio de recibo. Era una de las áreas más importantes y representativas en las casas coloniales, especialmente en las construcciones más grandes y lujosas, como las casonas de las familias prominentes y los edificios gubernamentales o religiosos.
En las viviendas de la Córdoba colonial, el patio de honor está ubicado en la entrada principal, pasando el zaguán decorado con relieves, y servía como el primer punto de contacto entre el exterior y el interior. Era diseñado para causar una impresión de grandeza y hospitalidad, mostrando el estatus y la importancia de la familia.
El patio de honor está coronado por un notable árbol de granado, símbolo de fertilidad, prosperidad, unión y abundancia.
Este patio principal iluminaba y ventilaba las distintas habitaciones. Desde él se accedía a la sala de tertulia, al comedor o sala de recibo, en todas ellas uno puede imaginar algún baile de minué o el bullicio de distintas reuniones sociales.
Rodeado por galerías o arcos sostenidos por columnas, el patio de honor servía también como un lugar de ceremonias y reuniones importantes. Las grandes puertas que conectaban el patio con las salas de recepción permitían que el espacio se abriera para eventos sociales, políticos o religiosos, donde se recibían a visitantes ilustres, se realizaban banquetes y se organizaban festividades.
Además, el patio de honor no solo era un lugar de encuentro, sino también un símbolo de poder y prestigio. Su diseño y mantenimiento reflejaban el éxito y la influencia de la familia, y por ello, se prestaba especial atención a su cuidado y ornato. Los detalles arquitectónicos, como los azulejos, las balaustradas y las molduras, se elegían cuidadosamente para destacar la riqueza y el gusto estético de los propietarios.
2. El Patio de Esclavos
Tras el Patio de Honor nos encontramos con el patio de los esclavos. Si cerramos los ojos, aún podemos escuchar el repiquetear de tambores, esos sonidos que los transportaban a sus tierras, a sus sentimientos y creencias. Hoy, ese ritmo y esa música son el patrimonio intangible que resguarda esa memoria.
Se huele en este patio algún aroma a mazamorra, o a alguna una rica carbonada cocida en las grandes ollas de hierro y cacerolas burbujeantes de espesos caldos al fuego de las brasas. Este patio especialmente guarda la historia y los sentimientos de los que por aquellas épocas eran despojados de todo derecho y arrancados de su suelo natal (generalmente África).
Allí se dividía la zona destinada a la cocina, lugar donde se preparaban los grandes manjares para los señores de la casa y sus invitados, tarea que estaba a cargo de los esclavos y sirvientes, como así también del cultivo de la huerta que abastecía a la familia. En ese lugar se enclavaba “la ranchería”, que era el lugar donde las personas esclavizadas dormían.
3. El Patio del Aljibe
El aljibe era el corazón de la gestión del agua en una casa señorial. En una época en que no existía un sistema de agua corriente, el aljibe se encargaba de almacenar el agua de lluvia que se recogía de los tejados y canaletas, proporcionando un suministro constante para las necesidades domésticas.
También era un lugar de “refresco” tanto para los habitantes de la casa en los días de verano, como así también para la servidumbre en los momentos que se encontraban realizando el acopio de agua.
Nuestro aljibe, de piedra y ladrillo es la figura central de este patio. Además, representaba mucho más que un simple depósito de agua; era un símbolo de poder económico y esplendor social, un elemento central de la vida diaria y un punto focal de la arquitectura y la vida social en el hogar.
Mapa y todos los rincones de “Córdoba de los Patios”
- Patios del Cabildo Histórico
- Patio de la Higuera de la Catedral
- Patios del Centro Cultural España Córdoba
- Patios del Museo Marqués de Sobre Monte
- Patio del Antiguo Rectorado de la UNC
- Patio del Colegio Nacional de Monserrat
- Patio del Paseo Córdoba de la Nueva Andalucía
- Patio del Museo Juan de Tejeda
- Patio del Museo San Alberto
Mapa
Museo Histórico Provincial Marqués de Sobremonte, Rosario de Santa Fe, Córdoba, Argentina