Ubicado en el corazón del barrio Nueva Córdoba, el Paseo del Buen Pastor fue inaugurado en 2007.

Es un multiespacio cultural que ofrece al visitante una gran variedad de actividades artísticas, recreativas y gastronómicas, todos los días.

Del edificio original se conservó y restauró la fachada y la Capilla, como un espacio de alto valor patrimonial y arquitectónico. La principal atracción es la Fuente de Aguas Danzantes ubicada en el exterior, que ofrece espectáculos de agua programados.

El paseo es un espacio abierto concebido para todos. Además de las tiendas y locales gastronómicos, la programación oficial incluye conciertos, recitales al aire libre, muestras de pinturas, esculturas y fotografías, espectáculos de danzas, presentaciones de libros, obras de teatro, visitas guiadas y show de títeres, entre otros.

Las actividades se desarrollan en los diferentes espacios: una sala de exposiciones, fotogalería, Capilla, espacios verdes, la fuente, bares y restaurantes. Es uno de los espacios más agradables de la ciudad.

Además, el paseo es el centro de la Supermanzana Joven de El Buen Pastor, y está junto a una de las iglesias más importantes de la ciudad: Los Capuchinos.

La historia

El edificio original fue construido en 1896 por la congregación francesa de hermanas “Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers. ¿Su destino? Asilo y cárcel de mujeres.

La Capilla que se anexó en 1905 fue construida por el arquitecto José Montblanch. La cárcel de mujeres funcionó durante casi un siglo, siendo las últimas reclusas algunas presas políticas de la época de la dictadura militar.

Entre 1901 y 1906, la congregación francesa realizó las tareas de edificación de lo que es hoy un ícono del Paseo del Buen Pastor: su Capilla.

A partir del año 2000, la cárcel de mujeres se trasladó a la localidad de Bouwer en un pabellón especial de la gran penitenciaría de provincial, y el edificio quedó a cargo del gobierno de la Provincia de Córdoba.

Con la intención de redefinir el espacio urbano y revalorizar el valor patrimonial y arquitectónico del edificio, se realizó una intervención urbanística incorporando una serie de espacios pensados para la recreación y el desarrollo de actividades culturales.

La fuga de 1975

El 24 de mayo de 1975, un grupo de 26 presas políticas organizaron una fuga sin precedentes, que les permitió ganar su libertad. Quedó grabada en la historia de Córdoba y de Argentina. Dos de ellas murieron por distintas razones, nueve continúan desaparecidas y el resto sigue con vida en la actualidad.