Los Caminos del Vino de Córdoba siguen creciendo. Bodegas, viñedos, apuestas enológicas y gastronómicas distinguidas forman parte del circuito turístico en todos los valles y zonas de la provincia.

Y Córdoba Capital no podía quedar al margen de este fenómeno: abrió Slow Wines, la primera bodega urbana que funciona en el Mercado de las Rosas (avenida Rafael Núñez 4580) y que además consolida ese sector de la ciudad como un polo gastronómico destacado.

La propuesta es una manera de acercarnos a sus vinos, explorarlos y conocer sus etapas de producción, pero también participar de degustaciones, cenas preparadas por la mano experta de chefs locales, charlas con el enólogo, entre otras posibilidades.

Desde la uva hasta las barricas, el proceso del vino de Slow Wine cuenta sus secretos a quien quiera conocerlos, además de combinar con la gastronomía del lugar, que abrirá de miércoles a domingos.

El proyecto nació de Eduardo Olivera Scotti y Gustavo Soletti, convencidos de la necesidad de producir vinos de alta gama en Córdoba, para llegar a los consumidores “de una manera humana y relajada”, pero sobre todo para disfrutar de una experiencia diferente en una gran ciudad como Córdoba.

Slow Wine, además, se convierte en una de las seis únicas bodegas urbanas del mundo.

Los vinos de Slow Wines

La producción de la bodega pone su acento en vinos naturales, creados “bajo la premisa de la enología ancestral” que Eduardo Olivera trabaja desde hace tiempo. Esta filosofía respeta los tiempos de la producción, dándole al fruto la lentitud natural y propia que necesita para madurar.

Todas las uvas que provienen de Quilino, Colonia Caroya y Cruz del Eje son orgánicas, los vinos no se filtran y tampoco se utiliza tecnología de punta ni agregados químicos artificiales. Producir algo poco convencional rompe esquemas y estructuras.

Entre los vinos naturales se destacan Naranjo, Pet Nat y Rosado de Frambua. De los tintos de montaña, Syrah, Cabernet Franc y Corte Merlot/Cabernet Franc.