Mucho tiempo antes de las plataformas, las listas y las redes sociales, la radio fue el gran canal de difusión y amplificación de la cultura popular. El cuarteto no fue la excepción y en el año 1943 la emisora LV3 realizaba ya la primera transmisión en vivo de una orquesta.

Así, fusionando sonoridades como el pasodoble y la tarantela. La Leo forjaba su lugar en los “Bailables” de esa radio y de LV2 y abría el camino para todo lo que llegaría después. Ya en la década de los setenta, el cuarteto había ampliado sus márgenes de visibilidad saliendo de la periferia de la ciudad y conquistando el centro, pero fue a comienzos de los noventa cuando “la Popular” (FM de Cadena 3, Alvear 139) al igual que “la Suquía” se posicionarían como los grandes protagonistas de la radio y el cuarteto de Córdoba.

En la prehistoria de Internet, las FM jugaron un papel fundamental en la consolidación de la industria y en el desarrollo de los grandes artistas. Las fechas de los bailes, los lanzamientos musicales, las noticias, las transmisiones en vivo los fines de semana y los shows en los “pisos” radiales fueron el imán para que la radio suene indefectible y marque el pulso de una provincia que respira cuarteto desde que se levanta hasta que se amanece.

Las mañanas hogareñas, los días en las fábricas y comercios, los taxis y colectivos surcando las ciudades, las madrugadas de los universitarios en vela, las interminables jornadas de los privados de su libertad: la magia radial musicalizando la vidas cordobesas sin distinguir edades ni condiciones sociales.

Si la velocidad de las redes sociales algún día suplantará al formato, no lo sabemos. La certeza es que aún hoy los grandes acontecimientos, como el regreso de La Mona a los escenarios post pandemia con su novedoso Festival Bum Bum (Radio Popular), se viven, se sienten y se viralizan por las frecuencias moduladas que forjaron la identidad musical de varias generaciones de bailarines.