Experiencia Cuarteto: la estatua de Leonor Marzano
Es hermoso pensar que todo el movimiento cultural empezó en los dedos de Leonor Marzano, la creadora del ritmo del tunga tunga que caracteriza al Cuarteto. Si nos dirigimos a la céntrica calle San Martín al 200 nos encontraremos con el Paseo de la Fama, allí, sobre la vereda que diariamente transitan miles de cordobeses la cándida figura de la pianista le impone una pausa obligada al frenético ida y vuelta de los transeúntes.
Leonor vivió de 1921 a 1993, fue música y compositora e integró el Cuarteto característico La Leo (también conocido como Cuarteto Leo o La Leo), la primera agrupación del género.
Dorada y brillante, la figura realista fue creada por Juan Ignacio Lucero quien entendió que era imposible su homenaje sin el piano con el que desató la alquimia de fusionar la tarantela y el pasodoble y gestó el ritmo que pondría a bailar a Córdoba hasta hoy.
Más allá de lo histórico, la estatua resignifica su valor al visibilizar la figura por años relegada de la mujer que parió uno de los géneros más populares de la Argentina.
Los lentes icónicos, su mano tocando en octava son algunos detalles que se suman al de los sapos sobre el piano.
¿Pero por qué hay sapos? La respuesta es adorable: en las giras por lugares campestres, cuando se prendían las luces del escenario todos los bichos se concentraban en el peinado batido de la época. Era una tortura para ella. Entonces un gringo le propuso solucionarlo colocando tres o cuatro sapos arriba del piano. De allí en adelante “La Leo” pedía los sapos prácticamente por contrato para poder tocar en paz.
Mapa
San Martín 250, Córdoba, Argentina