El Río Suquía es el tesoro natural de la ciudad. La atraviesa de oeste a este, y a lo largo de su cauce nacieron barrios, construcciones arquitectónicas singulares, puentes, parques y plazas, mitos y leyendas.

El río tiene importancia histórica, cultural y ambiental, y recorrer sus distintos tramos y puntos de interés ofrece mágicas experiencias a residentes y visitantes del mundo entero.

Historias junto al río: qué podés encontrar en el Trekking Urbano por el Suquía

Además de visitar el Parque Centro Cívico, donde podrás conocer los modernos edificios de la Casa de Gobierno “El Panal”, la Nueva Legislatura de Córdoba y dos modernos puentes, o de recorrer en auto los 35 kilómetros de la Avenida Costanera, existen muchas maneras de acercarse al río mediante diversos circuitos:

• Circuito Río Suquía al Natural
• Circuito La ciudad de los Puentes
• Circuito “Murales del Suquía”
• Circuito y Trekking Urbano Cultural “Isla de los Patos”

El Río Suquía nacía antiguamente al sur del Valle de Punilla, más precisamente en la confluencia de los ríos Cosquín, San Antonio y otros cauces menores que hoy alimentan el embalse artificial lago San Roque, cuyo murallón marcaría su nacimiento actual.

Fue bautizado Río Primero por los fundadores de la ciudad. Tras 200 kilómetros de recorrido, desemboca en la laguna Mar Chiquita, en el noreste de la provincia.

Casi 37 kilómetros del río son los que atraviesan toda la ciudad en sentido oeste-este, y esto lo hace ser un protagonista permanente en la vida de los cordobeses.

Durante los meses de invierno, el caudal se reduce considerablemente, pero aumenta de modo abrupto cuando se producen lluvias, principalmente en los meses de verano.

Existen muchas dudas acerca del significado del nombre “Suquía”, excepto que es un vocablo en la lengua originaria de los sanavirones, los habitantes de estos territorios antes de la conquista española.

Probablemente signifique “Pueblo de la junta del barrial”, nombre referido a la desembocadura del arroyo La Cañada en el río, que en aquellos años tenía un lecho barroso.